Opinión: Bustos no puso a Farfán por convicción como quiere hacer creer
Por: Aaron Virhuez Frías (@Aaron_virhuez)
Desde que inició la semana el tema en debate fue Jefferson Farfán. Y es que claro, sin duda hablar de un futbolista que le ha dado muchas alegrías al fútbol peruano siempre genera un sabor especial, pero vamos, había que ser consciente que hoy ese jugador profesional hace rato se despidió del fútbol.
A pesar de su edad y sus constantes lesiones, eso pareció no importar y ni bien se conoció que entrenó con normalidad con el equipo, no faltaron todos en emocionarse y no era para menos, sin embargo, se olvidaron de lo más importante.
Detrás de él había otro grupo de jugadores, pero se habló tanto en la previa de la ‘Foquita’ que al final, vimos todo lo contrario, e incluso en un programa de televisión hicieron el papelón de sus vidas al protagonizar una pelea, que después de hoy, será considerado como una payasada.
Se sabía que Jefferson más allá de entrenar no estaba al 100%. A ver, a ver, espero que no se malinterprete, pero ocho meses sin jugar, llevándose el salario y luce como si fuera una ‘papa rellena’. No pues, ¿cómo puede decir Bustos que estaba apto?
No estuvo ni siquiera 15 minutos en el campo y quedó en evidencia que su inclusión no fue porque el DT estaba decidido, ¿se dejó presionar por alguien de arriba? ¿Hubo intromisión? No quiero afirmar, pero para mí, me da la impresión de que hubo algo detrás de esto. Si es así, que es lo más probable, Bustos debería renunciar ahora mismo, pues hacer caso a ello solo por marketing y dejar fuera a futbolistas que de verdad pueden cumplir, es un mal mensaje y precedente.
Es que resulta ilógico que un jugador sin 8 meses de actividad entre en lista y tenga minutos y para colmo, al final del encuentro sale rengueando.
¿Queda claro no? Farfán ya no es un jugador profesiona. Desde que su rodilla dejó de funcionarle al 100% ha pasado a ser un futbolista en camino al retiro. Si Jefferson dice amar al club, entonces es hora que recapacite y decida dar un paso al costado. No puede malgastarse el dinero en alguien que solo puede ser utilizado 9-10-15 minutos. ¿Qué mensaje se le está dando a los más jóvenes del plantel?
NO es excusa
Ahora bien, que la inclusión de Farfán no se vea como excusa. Hoy, Alianza Lima lo perdió con absoluta justicia. No hizo los méritos y Compagnucci le ganó el duelo táctico a Bustos.
Antes de seguir con el análisis quiero detenerme en el entrenador blanquiazul. Un DT que se comió un 8-1 en Copa Libertadores no debió permanecer más. Cuánto daño le hizo los triunfos anteriores al equipo. La U desnudó por completo las falencias de Alianza. Ganó todo por arriba, le bloqueó el mediocampo con Jorge Murrugarra y Jordan Guivin, claves en esa primera línea crema. ¿Y qué hizo el entrenador local? Nada, simplemente nada, como si durante la semana no hubiera ensayado.
La virtud de la ‘U’ estuvo en saber reponerse pese al golpe de haber sufrido la baja de Alonso que al minuto nomás se lesionó, originando que Rugel entre y se mande con tremendo partidazo. Fue de menos a más. Caso distinto al de los ‘grones’, que estuvieron de más a menos.
Alianza jugó su peor partido del año en calidad de local y la U, lo contrario: Su mejor partido y que mejor que hacerlo que ante el clásico rival. Los merengues lo ganaron bien ante un equipo sin alma, sin pundonor, ni tampoco sin visión e idea de juego.
Más allá de lo que pase con Alianza, queda claro que Carlos Bustos no debe continuar en la conducción técnica, no solo por su planteamiento, sino por arriesgarse a colocar a un futbolista que ya físicamente no da para más y hacer que el equipo esté con uno menos, porque seamos sinceros, el ingreso de Farfán más que sumar, restó al equipo. Lo que se le viene al plantel no es sencillo y lo ocurrido en Cajamarca, más esta derrota, me dan la percepción que los blanquiazules se mataron solos en el Clausura. Quizá esto sirva para empezar a realizar el cambio en la conducción, ahora que el campeonato acaba en octubre, la salida de Bustos podría dejar el tiempo para pensar en renovar el comando técnico.